Magna Carta Lex es una firma de abogadas y/o abogados que cree en la constante necesidad de impulsar el estado de las cosas hacia adelante, y en la equivalencia de género (i.e., el mismo valor, potencial, importancia, derechos, y/u obligaciones, de todos los géneros); lo que, en lo que nos compete, desemboca en la autonomía de las personas respecto a la plena defensa de sus derechos y en el trato equitativo a quienes forman parte de nuestra firma.
Por ello, si bien creemos en la vocación altruista de asistir a las personas que lo necesitan en particular, y prueba de ello son las asesorías y los casos que de manera gratuita (pro bono) hemos llevado a efecto de solventar las necesidades jurídicas de personas sin recursos económicos o que se encontraban en desigualdad para defenderse; si bien es así, también creemos en la necesidad de presentar amicus curiae o tomar casos que tengan como objetivo impulsar el estado de las cosas hacia adelante, tanto en México, como en los diversos mecanismos internacionales, como por ejemplo la Corte Internacional de Justicia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En nuestra firma creemos que a través del litigio constitucional y en los diversos mecanismos internacionales, podemos incentivar el avance de las estructuras de las instituciones y de los procesos utilizados por los Estados para realizar sus funciones, además de generar consciencia respecto a las necesidades de la colectividad y de grupos particulares en posiciones inequitativas, por parte de aquellas personas encargadas de impartir justicia, de legislar y de ejecutar normas.
Trabajamos bajo el principio referente a que, la mejor forma de ayudarnos, lo es ayudando a las demás personas. Siendo así, creemos, somos conscientes, que, si bien un caso llevado sin honorarios, puede favorecer a la persona y a su núcleo social más inmediato, un caso que propicie el mejoramiento de las maquinarias, de los procedimientos o de las instituciones del Estado, puede beneficiar a un universo mayor de personas. Por eso, cuando tomamos un caso pro bono, más que defender a una persona en particular, pretendemos impactar positivamente a todas las personas en general.
Cuando tomamos un caso pro bono (i.e., voluntariamente y sin retribución monetaria), más que defender a una persona en particular, pretendemos impactar positivamente a todas las personas.